Principalmente para este
tipo de decoración se emplea el ladrillo denominado “Rustico”, es un ladrillo
macizo de cara vista fabricado en arcilla cocida, con dimensiones 24x11,5x7cm y
24x11,5x5,2cm., y 24x11,5x3,5cm., (estas
medidas pueden variar según él fabricante)
su uso principal es para la construcción de muros interiores y
exteriores, cumple con la normativa acústica, térmica, frente al fuego sin ser
refractario y la heladicidad. En los últimos años su utilización como
revestimiento está en auge tanto como revestimiento de fachadas exteriores como
en detalles decorativos para interior, generalmente se utiliza en el formato
chapa ya que una pieza oscila en torno a los 0,20€/Ud, de esta manera se
consigue abaratar el costo total del paramento a forrar.
Colocación:
La colocación de este tipo
de ladrillos es la misma que el ladrillo convencional, pero al cumplir una
función decorativa hay que prestar especial atención en la colocación (pudiendo
jugar con formas, dibujos y relieves), el grosor de las juntas y el color del
mortero, algunos maestros utilizan tintes en el mortero para dar un acabado
diferente a la junta. Con respecto al material de agarre, algunos profesionales
utilizan una mezcla de cemento cola con arena de rio, otros, los más habituales
continúan con la preparación de mortero tradicional ( tres partes de arena de
rio por cada parte de cemento).
Limpieza:
Tras varias semanas después
de la colocación lo más normal es que aparezcan eflorescencias, que son las típicas
manchas blancas que aparecen por zonas, producidas por la expulsión de sales contenidas en la arcilla del
ladrillo. Estas manchas se eliminan mediante un cepillo de púas de plástico duro
cepillando el ladrillo con un poco de agua. Con respecto a las manchas de
cemento en las piezas su limpieza es mediante una esponja impregnada en ácido clorhídrico mezclado con agua (salfumán),
importante en este proceso protegernos las manos y los ojos ya que estamos
utilizando un acido muy corrosivo.
Una
vez finalizado el paso de la limpieza, procedemos a sellar las piezas con un sellador
(tapa poros) universal al agua y no al aceite. Con esto logramos un acabado optimo
de la pared y evitaremos futuras manchas tanto interiores como exteriores.
Recuperación de ladrillo
existente:
En viviendas de construcción
antigua, es posible encontrar detrás de los guarnecidos de yeso este tipo de
ladrillos. La última tendencia en rehabilitación de interiores es recuperarlos.
Tras dejar la pared completamente vista, se procede al picado y saneado de las
juntas, para ello mediante una espátula, cincel y cepillo metálico se cepillan las
llagas y se limpian con agua dejándolas con bastante profundidad para su posterior relleno mediante
mortero de cal. Finalmente limpiamos y sellamos como se ha explicado en los
pasos anteriores.