jueves, 28 de mayo de 2015

DECORACIÓN CON LADRILLO MACIZO



En el blog de hoy presentamos algunas ideas sobre la decoración con ladrillo macizo visto.
Principalmente para este tipo de decoración se emplea el ladrillo denominado “Rustico”, es un ladrillo macizo de cara vista fabricado en arcilla cocida, con dimensiones 24x11,5x7cm y 24x11,5x5,2cm.,  y 24x11,5x3,5cm., (estas medidas pueden variar según él fabricante)  su uso principal es para la construcción de muros interiores y exteriores, cumple con la normativa acústica, térmica, frente al fuego sin ser refractario y la heladicidad. En los últimos años su utilización como revestimiento está en auge tanto como revestimiento de fachadas exteriores como en detalles decorativos para interior, generalmente se utiliza en el formato chapa ya que una pieza oscila en torno a los 0,20€/Ud, de esta manera se consigue abaratar el costo total del paramento a forrar. 

 
Colocación: 
La colocación de este tipo de ladrillos es la misma que el ladrillo convencional, pero al cumplir una función decorativa hay que prestar especial atención en la colocación (pudiendo jugar con formas, dibujos y relieves), el grosor de las juntas y el color del mortero, algunos maestros utilizan tintes en el mortero para dar un acabado diferente a la junta. Con respecto al material de agarre, algunos profesionales utilizan una mezcla de cemento cola con arena de rio, otros, los más habituales continúan con la preparación de mortero tradicional ( tres partes de arena de rio  por cada parte de cemento).
Limpieza:
Tras varias semanas después de la colocación lo más normal es que aparezcan eflorescencias, que son las típicas manchas blancas que aparecen por zonas, producidas por la expulsión  de sales contenidas en la arcilla del ladrillo. Estas manchas se eliminan mediante un cepillo de púas de plástico duro cepillando el ladrillo con un poco de agua. Con respecto a las manchas de cemento en las piezas su limpieza es mediante una esponja impregnada en ácido clorhídrico mezclado con agua (salfumán), importante en este proceso protegernos las manos y los ojos ya que estamos utilizando un acido muy corrosivo.

Sellado:
Una vez finalizado el paso de la limpieza, procedemos a sellar las piezas con un sellador (tapa poros) universal al agua y no al aceite. Con esto logramos un acabado optimo de la pared y evitaremos futuras manchas tanto interiores como exteriores.

Recuperación de ladrillo existente:
En viviendas de construcción antigua, es posible encontrar detrás de los guarnecidos de yeso este tipo de ladrillos. La última tendencia en rehabilitación de interiores es recuperarlos. Tras dejar la pared completamente vista, se procede al picado y saneado de las juntas, para ello mediante una espátula, cincel y cepillo metálico se cepillan las llagas y se limpian con agua dejándolas con bastante  profundidad para su posterior relleno mediante mortero de cal. Finalmente limpiamos y sellamos como se ha explicado en los pasos anteriores.
 

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